Es por eso que, en marzo la formación anual de Consejeras en Derechos inició con una dinámica bimodal. Por un lado, el formato presencial, alcanza a mujeres y diversidades de CABA y el conurbano, y por el otro virtual, como suplemento y en respuesta de la alta demanda de la formación, pero en territorios dispersos. Tal es así que nos encontramos con participantes de las localidades de Isidro Casanova, 25 de mayo, Neuquén, Río Negro y Entre Ríos, entre otras. Logrando así, 58 inscriptxs en la cohorte 2022.
Los recursos y la creatividad se ajustan a la modalidad entendiendo que, el cara a cara, cuerpo a cuerpo de la presencialidad, habilita dinámicas prácticas que permiten el reconocimiento de lxs otrxs y el sentimiento de pertenencia grupal, que se dificulta generar en la pantalla por diversos motivos: conectividad inestable, pantallas apagadas, tareas en simultáneo, etc. No obstante, el propósito de ambos espacios es tender puentes, tejer comunidad y acompañarnos compartiendo y complementando experiencias para alcanzar una vida sin violencias.
Además de los espacios de formación, el Equipo interdisciplinario de la Consejería interviene en los casos de consultantes ya sea de forma virtual o que solicitan entrevista en las oficinas de FUNDECO y acompaña permanentemente a las consejeras en sus territorios. El sábado 4 de junio se dictó un taller sobre recomendaciones a la hora de abordar consultas por violencia de género en el comedor comunitario en Retiro, coordinado por Ramona, consejera del barrio. El sábado 11, parte del equipo de la Consejería participó de la inauguración del CAAC “Reconstruyendo Lazos”, en la localidad de Ituzaingó.
El camino es largo, pero podemos ver como la Consejería ha dado sus frutos a lo largo de los años y a pesar de requerir mucha constancia y energía para deconstruir y construir una vida libre de violencias en los territorios, cada vez somos más las compañeras comprometidas con esa tarea. Falta, pero nos tenemos, que no es poca cosa.